El planograma es muy utilizado en el mundo entero, especialmente en el
mercado del consumo masivo. En el canal de supermercados es donde más se suele
aplicar. La idea es identificar el “recorrido tipo” del flujo de clientes. Una
vez identificado el recorrido tipo se pueden distinguir las zonas calientes y
estratégicas, categorizar las góndolas, y
dar empuje a productos que tiene
poca rotación.
Sin embargo un planograma no
es solamente la representación gráfica del espacio lineal en el Punto de Venta (PDV); es también la manera de
gestionar el espacio: permite adecuar el espacio a las necesidades de venta de
cada marca. Y en un mundo tan
competitivo saber gestionar el espacio es garantía de éxito.
Para realizar un buen
planograma hay que tener un buen surtido de producto, pero a veces ni la mejor selección de productos garantiza el éxito si no se los expone de manera eficiente y atractiva, y más aún considerando la “invasión” real o
potencial por parte de los competidores.
Decir que el 70% de las
decisiones de compra se realizan en el punto de venta, pareciera excesivo, pero
es real. La llamativa y correcta
exposición del producto en el punto de venta marca la diferencia!
La planogramación consiste
entonces en el análisis de una línea o familia de productos, desarrollando un
planograma donde se asigne el espacio óptimo a cada producto, buscando así
maximizar su rentabilidad, y por ende, de la familia entera de productos. En
general, los factores que se analizan a la hora de la elaboración del
planograma son: ventas, rotación, margen, participación, etc.
Aplicar el planograma
adecuado en todos los diferentes formatos de PDV y en todos los PDV no es tarea
fácil! Generalizar un planograma para todos los tipos de canales, teniendo en
cuenta las diferentes distribuciones, secciones, espacio, plantas, etc, es muy
difícil. Un planograma estratégico permite adaptaciones a las diferentes
tipologías de PDV, estructuras, etc.
Desde Market One contamos
con basta experiencia en auditorias de mercado para relevar el grado de
cumplimiento del planograma y a su vez, garantizar la exitosa ejecución del
mismo.
Los objetivos de una buena
gestión del planograma se notan enseguida:
1. Aumento del volumen de
ventas.
2. Rotación de productos.
3. Aumento de exhibición y
exhibición ideal.
4. Estandarización y
homogenización de imagen de marca en el mercado.
Una buena ejecución del
planograma en el PDV, donde se toman la gran mayoría de las decisiones de
compra, es ¡verdadera garantía de éxito!
Sabina Roca – Project Leader